Ética Protestante.

Confieso ser el responsable de las pintadas que aparecieron en la facultad de ingenieria la mañana del jueves. En nombre de toda la comunidad ingenieril se me acusa de inmoralidad, ilegalidad y vandalismo.

La palabra vandalo designa originalmente a los individuos de un pueblo barbaro proveniente de escandinavia. Se ve q tanto miedo daban, q vandalo termino siendo sinonimo de persona salvaje y desalmada. La devastacion q dejaban a su paso era reconocible, entre todos los otros tipos de devastacion. Hasta hay una palabra para designarla: vandalismo. Un espiritu de destruccion q no respeta cosa alguna, sagrada ni profana. Es cierto q no hice distincion entre lo sagrado y lo profano cuando iba a pintar, solo buscaba superficies aptas. Pero cual es el espiritu de destruccion q habia detras de todo esto? Superficie apta es aquella que permite q la pintada sea efimera. Desde el comienzo tuve conciencia de esto, y por eso busque una pintura adecuada, creo q es excesivo llamarme desalmado. No hay un espiritu de destruccion hacia la cosa, ni siquiera un intento de transformarla permamentemente. Quizas de lo que se me acusa no sea la destruccion en el plano de las cosas, sino en el plano normativo. Ahi es donde se me acusa de ilegalidad. La norma establece que no deben ser pintadas las paredes, excepto por pesonal autorizado. Donde por personal autorizado se entiende en primer lugar, pintores, y en segundo lugar, profesores limpiando borradores contra la pared. La diferencia entre un profesor y un alumno pintando con tiza una pared, nos muestra las formas en las q se constituye la autoridad en la facultad, y como esta se institucionaliza a traves del decanato. Es por eso que algunas de las penas propuestas por la comision de mi delito, eran el inicio de un sumario y la expulsion de la facultad.
Sin embargo un mamarracho hecho por un alumno en cualquier pared, no hubiera llegado hasta este alto tribunal, de hecho mamarachos hay en todas partes. El mamarracho deja de ser tal, cuando se descubre un significado que trasciende lo estrictamente visual. Descubrieron letras, descubrieron una repeticion de mamarrachos, que sugeria un mensaje y detras de este un emisor. Sin embargo este mensaje era incomprensible para la mayoria, ya que solo se buscaba interpelar a los mecanicos. habra resultado incomoda la idea de q algo sucede en la facultad, delante de todos, pero q sin embargo, no se dirige a todos y no usa los canales q propone la autoridad. No hay nada peor para un ingeniero q la incertidumbre de conocer las variables q no puede controlar.

A pesar de esto, no es el decano el q me acusa, sino los alumnos q se invisten de la autoridad basandose en una especie de "moral ingenieril". Como cualquier moral, nos indica lo q un ingeniero debe hacer y lo que no; pero ademas - dicen - esta moral es la que diferencia a la ingenieria del resto de las profesiones. Los ingenieros pertenecemos a una estirpe de ingenieros nobles, que pasan sufrimientos, terribles e inimaginables en otras carreras. Y este sufrimiento los hace diferentes, superiores al resto de los profesionales. Conservar esta moral, es indispensable. Si a todos se nos ocurriera pintar las paredes, nuestra facultad se pareceria a la desdeñadable y nunca bien vista, facultad de arquitectura y diseño.

De todas formas someter mis acciones a la universalizacion, es un desproposito. El hecho es irrepetible. Volver a pintar las paredes ya no tendria el mismo efecto, lentamente lo despojaria del caracter transgresor q tuvo.
Es curioso, pero hay mucho de kantiano en lo q se pretende de un ingeniero. La vida de kant transcurrio sin alejarse nunca de su pueblo natal, Könisberg. Se dice que su puntualidad era tal, que se podia poner en hora un reloj al verlo partir de su casa hacia la universidad.

De inmoral, me encuentro pretendidamente culpable. Mi intencion fue actuar de modo etico, desde la conviccion interna de lo que es correcto cuando la moral nos encierra en la inexpresion.